Un siglo ya fue suficiente
Día tras día y durante los últimos 100 años, el Zoológico de Villa Dolores ha albergado y confinado a miles de animales de cientos de especies.
Ninguno de estos animales ha sido reintegrado a su hábitat nativo lo que supone que el fin de Villa Dolores no es el de la conservación o el rescate de especies en peligro de extinción,
Los animales allí atrapados en su gran mayoría padecen una enfermedad llamada zoocosis, lo que los lleva a comportarse de manera anti natural, auto flagelándose, caminando sin rumbo ni sentido, moviéndose sin parar, pegándose contra los barrotes de las jaulas o los muros, lo que hace notar que la finalidad de Villa Dolores como educativo carece de sentido ya que exponemos a los animales a ser vistos en hábitats que en nada se asemejan al propio, encerrados en pequeños predios y siendo víctimas de ruidos, gritos y hasta clima que los alejan de poder demostrarnos lo que serían en libertad.
Villa Dolores facilita el intercambio de animales con otros centros de reclusión animal, lo que lo transforma también en un pilar de una red de tráfico, convirtiendo a los animales en objetos a los que se puede mover, trasladar y cambiar por otros, descuidando sus básicas necesidades y su derecho fundamental a la Libertad.-
Ninguno de estos animales ha sido reintegrado a su hábitat nativo lo que supone que el fin de Villa Dolores no es el de la conservación o el rescate de especies en peligro de extinción,
Los animales allí atrapados en su gran mayoría padecen una enfermedad llamada zoocosis, lo que los lleva a comportarse de manera anti natural, auto flagelándose, caminando sin rumbo ni sentido, moviéndose sin parar, pegándose contra los barrotes de las jaulas o los muros, lo que hace notar que la finalidad de Villa Dolores como educativo carece de sentido ya que exponemos a los animales a ser vistos en hábitats que en nada se asemejan al propio, encerrados en pequeños predios y siendo víctimas de ruidos, gritos y hasta clima que los alejan de poder demostrarnos lo que serían en libertad.
Villa Dolores facilita el intercambio de animales con otros centros de reclusión animal, lo que lo transforma también en un pilar de una red de tráfico, convirtiendo a los animales en objetos a los que se puede mover, trasladar y cambiar por otros, descuidando sus básicas necesidades y su derecho fundamental a la Libertad.-
Son 36.500 días de historias llenas de rejas, encierro, zoocosis, tráfico, privación de libertad, mentiras, engaños, encubrimientos y muchos, pero muchos seres que han perdido su valiosa vida por el egoísmo de sentirlos y creerlos instrumentos de nuestra pertenecía. Ellos merecen y deben ser libres, en sus tierras natales, con sus familias, lejos de la contaminación polutiva y sonora de la ciudad y lejos del ser humano.-
Es por eso que la sociedad civil uruguaya y mundial rechazamos la existencia de un “parque zoológico” enclaustrado en el centro de la ciudad, anticuado en su concepción, cruel en su desempeño y que goza con un obituario de miles de inocentes animales que fueron condenados a la “Milla Verde” sin derecho a juicio justo y sin haber cometido otro delito que el de nacer de una especie diferente a la humana.-
En resumidas cuentas, Villa Dolores es un claro ejemplo y monumento al especismo que ya ha pasado de moda y es por eso que es el momento de llegar al final de una etapa, Villa Dolores debe ser reestructurado, no permitir más tráfico de especies, reubicar a las que aún puedan ser reintegradas a la vida silvestre y a las que no porque nacieron en cautiverio o hace muchos años que están recluidas, permitirles gozar de un buen final de sus vidas en una reserva o santuario más adecuado a la especie a la que pertenece.-
Por la Libertad, por el Respeto y por el Amor a todas las formas de vida…
No más Zoológico de Villa Dolores, no más reclusión animal.
Porque un siglo fue más que suficiente!
Niciun comentariu:
Trimiteți un comentariu